MAESTRA
La escuela rural estaba situada en medio de un arrozal. Una habitación grande dividida para cocina y dormitorio y un salón aparte que hacía las veces de aula para los pocos niños que allí estudiaban, todos los cursos en uno, de primero a sexto, enseñando a cada uno lo que le correspondía. Además de educar hacia de enfermera, psicóloga, terapeuta matrimonial y a veces de mediadora entre los peones del arrozal y los jefes. A los cuales no les hacia la menor gracia pues para los peones lo que decía la maestra era la pura verdad. La mayoría de ellos habían sido sus alumnos y sus hijos eran sus alumnos, y de los que habían sido, los que no trabajaban en el arrozal habían ingresado en el ejército. En la década de los setenta había mucho interés en que los chicos ingresaran al cuartel de parte del gobierno y para algunos padres era el mayor orgullo ver a sus hijos con el uniforme y cobrando sueldo; ¡Qué orgullosa estoy maestra me aceptaron el hijo en el cuartel! Y el comandante nos ha dicho a su padre y a mí que en cuanto el otro cumpla la edad se lo mandemos también, miren a este dijo, ¡miren que bien le sienta el uniforme!. El soldado que entraba por regla general heredaba los uniformes viejos que iban quedando y casi nunca eran de su talla. En cuanto este salga de permiso ya les mando yo algún surtido y un poco de carne” ah y se lo cuentan a sus vecinos que sepan que quien sirve a la patria merece lo mejor”. Bueno mujer me alegro que estés orgullosa pero, tu hijo tenía aptitudes para seguir estudiando, pero maestra estudiando no se cobra un sueldo y así será un hombre de bien y podrá alquilar alguna pieza y casarse. El estudiar lleva su tiempo es verdad pero tiene su recompensa, mire maestra no me le ande metiendo ideas raras a los muchachos en la cabeza, que los libros son para los ricos y nosotros necesitamos comer le respondió el padre. En el setenta y dos la cosa ya estaba por allí muy revuelta, algo se estaba cocinando, el ejercito se reforzaba cada día más y tenía más autoridad, las marchas de los cañeros (trabajadores de la caña de azúcar de Bella Unión) las manifestaciones de los estudiantes y la formación de grupos de izquierda para apoyar a todas esas personas que reclamaban sus derechos, era algo que molestaba mucho al gobierno. Los comunicados en la televisión se sucedían a diario; Todos esos que salen a protestar y alterar el orden de los buenos ciudadanos de este país, no hacen más que abandonar sus puestos de trabajo y sus lugares de estudio, son vagos que buscan cualquier motivo para no cumplir con sus obligaciones “El gobierno comunica” que se tomaran medidas drásticas contra todo el que se manifieste, opine en contra de nuestros mandatarios o causen disturbios frente a centros de enseñanza, que las huelgas y las manifestaciones no son más que un intento de desestabilizar el tranquilo funcionamiento y la paz de este país. Y así comenzó todo, represiones, controles, allanamientos. Los camiones salían a la calle cargados de soldados ¿A dónde iban? quien lo supiera… rodeaban las casas se metían por los patios, daban golpes con los fusiles en las puertas y si no se les abría, la tiraban abajo “ Orden de allanamiento” hay que mirar todo que no se les escape nada, Lo primero que tiraban eran las bibliotecas, todos los libros desparramados por el suelo, hay que pisotearlos lo ve soldado ahí tiene la prueba estos que leen mucho “son comunistas”, se llenan la cabeza de historias que cuentan los Rusos esos y admiran al Che Guevara, tire ese cuadro al suelo, rómpalo y destrócele la cara, seguro que lo tienen ahí como a un Dios, y los discos de Serrat también los rompe, que no les quede nada que les haga pensar; aunque estos sacan ideas de debajo de la tierra ¿Qué ha dicho mi comandante de las tatuceras dice (zulos o escondites bajo tierra) es una metáfora soldado, bueno para que le explico si es usted un ignorante, entonces señor puedo recoger algunos libros y llevármelos, así podre aprender a pensar y ya no seré ignorante. ¿Acaso buscas que te arreste?, usted no precisa pensar, yo doy las ordenes y usted las acata eso es todo lo que tiene que saber en este trabajo. Se llevaban a las personas según el grado de sedición que a su criterio le encontraran. El viaje a la escuela era toda una odisea, se podía llegar en coche, que la maestra no tenia y siempre y cuando diera paso la balsa que cruzaba el rio, o en una barca desde el pueblo más cercano hasta donde llegaba el autobús hasta la escuela. Los domingos por la tarde emprendía su regreso a la escuela, luego de su merecido descanso en fin de semana en la ciudad, guardaba en un bolso las cosas para la semana y en una caja “algo” que le daban en la Inspección de Enseñanza Primaria que recogía los viernes a su regreso, pocas cosas le daban, algunas para el comedor y la mayoría eran circulares con las nuevas normativas de enseñanza, lo que le costaba serias discusiones y muchas reprimendas de los inspectores que estuvieran a cargo. Te estás jugando el puesto, hemos recibido quejas de los dueños del arrozal, dice que andas alborotando a los tapieros (peones del arrozal) y que estás enseñando a la gente a formar cooperativas y a organizarse para reclamar derechos. Y es verdad si me preguntan yo les explico, no voy a ir engañando a la gente con mentiras que para eso ya tienen al gobierno, decirles que hay mejores formas de vida, que la tierra es del que la trabaja y que tienen derecho a vivir decorosamente, no está fuera de mi trabajo, ser maestro significa educar a un pueblo y eso es lo que hago. Ya estas avisada no sea cosa que un día llegues y te encuentres sin alumnos. El país está cambiando y hay mucho revoltoso por ahí y aquí todos queremos conservar el trabajo, así que no andes con historias y dedícate a lo tuyo. Había en la escuela reservas de alimentos cola cao, harina, pastas, arroz, azúcar casi todo lo que hacía falta para preparar un desayuno y almuerzo para los alumnos, pues algunos venían de muy lejos y la única comida que se llevaban a la boca era la que se les daba en la escuela. Esa tardecita nada más llegar, descargo lo que traía para la semana, abrió toda la escuela para que se ventilara y también para que salieran los murciélagos que anidaban en el techo, y mientras organizaba el siguiente día de clase para tenerlo todo listo, también iba pensando en lo que prepararía par dar de comer a los niños al otro día, a ella le gustaba esperarlos con algo calentito, una buena taza de leche y un pan con manteca, les venía muy bien, pues el hombre con la barriga llena razona mejor. Con hambre no se puede pensar con claridad, el cerebro se obnubila, el cuerpo se debilita y se afloja y así somos más vulnerables, esa es la estrategia que están usando con esta gente, mucho trabajo, poca comida, si no comen lo suficiente no piensan y si están muy cansados de tanto trabajar todo el día, mojados hasta el pecho, la única voluntad que les queda la utilizan para emborracharse y hacer más llevadero su mal vivir y si no se enteran de lo que les pagan, ni porque les descuentan de aquí y de allá y les pagan solo una parte del sueldo prometido. En todo eso iba pensando, mientras se preparaba una taza de leche, tomo el primer sorbo y abrió una lata de galletas, la leche le supo rara y al abrir la lata un polvo blanco se le quedo en los dedos ¿Qué habré tocado? dijo, esto huele muy mal, dejo su merienda encima de la mesa, se puso de pie y comenzó a revisar todo lo que estaba guardado en los armarios, abrió bolsas, frascos, tarros, todo olía igual… Salió al patio y vio a los viejitos, sus vecinos de al lado a quienes compraba el jabón, que fabricaba la misma vecina, con grasa, soda y otras cosas. ¡Buenas vecina!, ¡Buenas!, le respondió la mujer, con la cabeza baja. ¿Ha visto usted a alguien por aquí mientras yo no estaba?, mire maestra, alguien anduvo pero no puedo decirle más porque ya le han dejado bien claro al viejo que no hablemos con usted y que no demos detalles. Se puso su abrigo y salió andando hacia la casa de otros vecinos que vivían a unos seis kilómetros de allí, por suerte para ella poco había andado cuando un hombre venia a caballo por el camino a todo galope y al verla se detuvo, tome maestra, el capataz le manda este billete (esquela o carta reducida) gracias "mijo" y no pudo decir más porque el hombre salió de regreso como alma que lleva el diablo. El mensaje decía: mi hijo mañana no irá a la escuela, no prepare nada de comida, si tiene hambre vengase a mi casa a comer que es el cumpleaños de Carlitos”, nosotros después la llevamos de regreso a la ciudad. A buen entendedor pocas palabras bastan, Carlitos que era el hijo del capataz de una finca era su alumno y para entrar en la escuela hace falta llenar una ficha con todos los datos, y ella sabía que faltaban al menos tres meses para que el niño cumpliera años, y que además no comía en la escuela porque su padre le recogía cada día para comer con ellos. Regreso a la escuela recogió algunas cosas personales y también algunas muestras de los alimentos, anduvo hasta la casa y una vez allí lo comprendió todo, veneno de ratas maestra, gamezan y algún polvo "pa" matar garrapatas, a saber que han echado en la comida. Unos hombre vinieron ayer muchos eran, yo los vi pasar me pareció raro tanta gente extraña por esto lados, me fui por el rio en la barca, "pa" ver, de curioso no más, me dio mala espina, y vi pero sin ser visto, en la escuela estaban todos, miraban, hablaban, a algunos no les entendía pues hablaban como en gringo pero si les vi los paquetes que traían en las manos, muy parecidos a los que usamos aquí pa bañar las vacas sabe pa matarles las garrapatas , y me entro la duda ¿para que el veneno si la maestra no tiene vacas ni bichos ni nada. Llego a la ciudad con una tristeza inmensa, se despidió de esa familia que la había llevado de regreso y les dijo, como un pensamiento en voz alta, si son capaces de matar niños ¿de que no serán…?. Carlitos que lloraba porque sabía que no vería más a su maestra, pregunto ¿y ahora que hago maestra quien me va a enseñar? Pronto tendrás otros maestros en la escuela, pero también puedes aprender de tus padres ellos serán tu mejor ejemplo, no te olvides nunca que gracias a tu padre seguimos con vida y mientras la tengamos podemos seguir aprendiendo y enseñando que también es una forma de luchar por los demás. Ya el agua nos traía las primeras muestras de lo que estaba pasando en los países vecinos, iban apareciendo cuerpos, con base incluida, les ponían de pie en un cubo con cemento fresco y les dejaban ahí hasta que se endureciera la mezcla luego les subían a un avión y les lanzaban desde el aire al mar y las corrientes se encargaban de llevarlos lejos. Personas desaparecidas, niños secuestrados, estadios llenos de personas para ser investigadas, estudiantes muertos por balas perdidas, toques de queda… Y la noche llego, dormida con ayuda de un tranquilizante, luego de haber denunciado lo ocurrido y haber recibido como respuesta, te lo avisamos, había recogido en su casa a un chico que le dijo que no podía dormir esa noche en su casa porque le buscaban por hacer pintadas en un muro, quédate aquí le dijo ahí tienes una cama en la otra habitación, acuéstate y descansa, hasta que nos dejen. Y eso fue hasta las tres de la mañana, cuando la puerta comenzó a sonar con golpes tan fuertes que se despertó todo el vecindario ¿Quién es? pregunto, aunque ya lo sabía, abra la puerta o la tiramos, y abrió Orden de allanamiento, con un papel en la mano, que sería siempre el mismo porque nunca lo mostraban. ¿Que buscan? no tiene permiso para hablar. Tengo derecho estoy en mi casa, NO, no tiene nada ha perdido usted sus derechos al intentar revolucionar a la gente y participar en grupos subversivos y animarlos a la rebelión, Pero eso me suena a las películas del oeste cuando los soldados querían exterminar a la población indígena y algún cara pálida les explicaba a los indios que tenían derechos, No digas estupideces. No las digo Sera que has aprendido de los EEUU?. No hubo respuesta. ¿Vives sola? Con la niña. ¿Y a quien "tenes" ahí? Un amigo que discutió con su mujer y me pidió dormir en mi casa. ¿Y vos le das cobijo a cualquiera? A cualquiera que lo necesite, de pronto vos algún día… No me tutees, tendrás que aprender respeto a la autoridad. El muchacho que dormía en la habitación de al lado, fue despertado en el aire y puesto contra la pared, al igual que la cama y el colchón, con las piernas abiertas y luego de ser registrado rigurosamente, le pusieron las manos hacia atrás se las ataron con alambre (las esposas serian mucho lujo para un sedicioso) y le golpearon tanto dándole culatazos por todo el cuerpo y en la cabeza principalmente , le golpeaban entre todos, la sangre comenzó a caer por su cara, le habían partido la cabeza con uno de los tantos culatazos; la niña de pie en la puerta de la habitación miraba horrorizada todo lo que estaba pasando uno de ellos dijo, Señor la niña está mirando, ¿me la llevo de aquí?. No déjala, “déjala que mire, para que no se olvide”. Y vino la orden, al camión los dos, una capucha negra en la cabeza para que no vieran a donde les llevaban… Vamos maestra agárrese de mí para que no tropiece. ¿A quién llamas maestra? sediciosa, comunista, anarquista o lo que sea es esta traidora de la patria. No has acertado ni una le contesto ella, soy libre pensadora nomas. Y ya detrás de las rejas se dijo tendré mas tiempo para pensar en los humildes.
La escuela rural estaba situada en medio de un arrozal. Una habitación grande dividida para cocina y dormitorio y un salón aparte que hacía las veces de aula para los pocos niños que allí estudiaban, todos los cursos en uno, de primero a sexto, enseñando a cada uno lo que le correspondía. Además de educar hacia de enfermera, psicóloga, terapeuta matrimonial y a veces de mediadora entre los peones del arrozal y los jefes. A los cuales no les hacia la menor gracia pues para los peones lo que decía la maestra era la pura verdad. La mayoría de ellos habían sido sus alumnos y sus hijos eran sus alumnos, y de los que habían sido, los que no trabajaban en el arrozal habían ingresado en el ejército. En la década de los setenta había mucho interés en que los chicos ingresaran al cuartel de parte del gobierno y para algunos padres era el mayor orgullo ver a sus hijos con el uniforme y cobrando sueldo; ¡Qué orgullosa estoy maestra me aceptaron el hijo en el cuartel! Y el comandante nos ha dicho a su padre y a mí que en cuanto el otro cumpla la edad se lo mandemos también, miren a este dijo, ¡miren que bien le sienta el uniforme!. El soldado que entraba por regla general heredaba los uniformes viejos que iban quedando y casi nunca eran de su talla. En cuanto este salga de permiso ya les mando yo algún surtido y un poco de carne” ah y se lo cuentan a sus vecinos que sepan que quien sirve a la patria merece lo mejor”. Bueno mujer me alegro que estés orgullosa pero, tu hijo tenía aptitudes para seguir estudiando, pero maestra estudiando no se cobra un sueldo y así será un hombre de bien y podrá alquilar alguna pieza y casarse. El estudiar lleva su tiempo es verdad pero tiene su recompensa, mire maestra no me le ande metiendo ideas raras a los muchachos en la cabeza, que los libros son para los ricos y nosotros necesitamos comer le respondió el padre. En el setenta y dos la cosa ya estaba por allí muy revuelta, algo se estaba cocinando, el ejercito se reforzaba cada día más y tenía más autoridad, las marchas de los cañeros (trabajadores de la caña de azúcar de Bella Unión) las manifestaciones de los estudiantes y la formación de grupos de izquierda para apoyar a todas esas personas que reclamaban sus derechos, era algo que molestaba mucho al gobierno. Los comunicados en la televisión se sucedían a diario; Todos esos que salen a protestar y alterar el orden de los buenos ciudadanos de este país, no hacen más que abandonar sus puestos de trabajo y sus lugares de estudio, son vagos que buscan cualquier motivo para no cumplir con sus obligaciones “El gobierno comunica” que se tomaran medidas drásticas contra todo el que se manifieste, opine en contra de nuestros mandatarios o causen disturbios frente a centros de enseñanza, que las huelgas y las manifestaciones no son más que un intento de desestabilizar el tranquilo funcionamiento y la paz de este país. Y así comenzó todo, represiones, controles, allanamientos. Los camiones salían a la calle cargados de soldados ¿A dónde iban? quien lo supiera… rodeaban las casas se metían por los patios, daban golpes con los fusiles en las puertas y si no se les abría, la tiraban abajo “ Orden de allanamiento” hay que mirar todo que no se les escape nada, Lo primero que tiraban eran las bibliotecas, todos los libros desparramados por el suelo, hay que pisotearlos lo ve soldado ahí tiene la prueba estos que leen mucho “son comunistas”, se llenan la cabeza de historias que cuentan los Rusos esos y admiran al Che Guevara, tire ese cuadro al suelo, rómpalo y destrócele la cara, seguro que lo tienen ahí como a un Dios, y los discos de Serrat también los rompe, que no les quede nada que les haga pensar; aunque estos sacan ideas de debajo de la tierra ¿Qué ha dicho mi comandante de las tatuceras dice (zulos o escondites bajo tierra) es una metáfora soldado, bueno para que le explico si es usted un ignorante, entonces señor puedo recoger algunos libros y llevármelos, así podre aprender a pensar y ya no seré ignorante. ¿Acaso buscas que te arreste?, usted no precisa pensar, yo doy las ordenes y usted las acata eso es todo lo que tiene que saber en este trabajo. Se llevaban a las personas según el grado de sedición que a su criterio le encontraran. El viaje a la escuela era toda una odisea, se podía llegar en coche, que la maestra no tenia y siempre y cuando diera paso la balsa que cruzaba el rio, o en una barca desde el pueblo más cercano hasta donde llegaba el autobús hasta la escuela. Los domingos por la tarde emprendía su regreso a la escuela, luego de su merecido descanso en fin de semana en la ciudad, guardaba en un bolso las cosas para la semana y en una caja “algo” que le daban en la Inspección de Enseñanza Primaria que recogía los viernes a su regreso, pocas cosas le daban, algunas para el comedor y la mayoría eran circulares con las nuevas normativas de enseñanza, lo que le costaba serias discusiones y muchas reprimendas de los inspectores que estuvieran a cargo. Te estás jugando el puesto, hemos recibido quejas de los dueños del arrozal, dice que andas alborotando a los tapieros (peones del arrozal) y que estás enseñando a la gente a formar cooperativas y a organizarse para reclamar derechos. Y es verdad si me preguntan yo les explico, no voy a ir engañando a la gente con mentiras que para eso ya tienen al gobierno, decirles que hay mejores formas de vida, que la tierra es del que la trabaja y que tienen derecho a vivir decorosamente, no está fuera de mi trabajo, ser maestro significa educar a un pueblo y eso es lo que hago. Ya estas avisada no sea cosa que un día llegues y te encuentres sin alumnos. El país está cambiando y hay mucho revoltoso por ahí y aquí todos queremos conservar el trabajo, así que no andes con historias y dedícate a lo tuyo. Había en la escuela reservas de alimentos cola cao, harina, pastas, arroz, azúcar casi todo lo que hacía falta para preparar un desayuno y almuerzo para los alumnos, pues algunos venían de muy lejos y la única comida que se llevaban a la boca era la que se les daba en la escuela. Esa tardecita nada más llegar, descargo lo que traía para la semana, abrió toda la escuela para que se ventilara y también para que salieran los murciélagos que anidaban en el techo, y mientras organizaba el siguiente día de clase para tenerlo todo listo, también iba pensando en lo que prepararía par dar de comer a los niños al otro día, a ella le gustaba esperarlos con algo calentito, una buena taza de leche y un pan con manteca, les venía muy bien, pues el hombre con la barriga llena razona mejor. Con hambre no se puede pensar con claridad, el cerebro se obnubila, el cuerpo se debilita y se afloja y así somos más vulnerables, esa es la estrategia que están usando con esta gente, mucho trabajo, poca comida, si no comen lo suficiente no piensan y si están muy cansados de tanto trabajar todo el día, mojados hasta el pecho, la única voluntad que les queda la utilizan para emborracharse y hacer más llevadero su mal vivir y si no se enteran de lo que les pagan, ni porque les descuentan de aquí y de allá y les pagan solo una parte del sueldo prometido. En todo eso iba pensando, mientras se preparaba una taza de leche, tomo el primer sorbo y abrió una lata de galletas, la leche le supo rara y al abrir la lata un polvo blanco se le quedo en los dedos ¿Qué habré tocado? dijo, esto huele muy mal, dejo su merienda encima de la mesa, se puso de pie y comenzó a revisar todo lo que estaba guardado en los armarios, abrió bolsas, frascos, tarros, todo olía igual… Salió al patio y vio a los viejitos, sus vecinos de al lado a quienes compraba el jabón, que fabricaba la misma vecina, con grasa, soda y otras cosas. ¡Buenas vecina!, ¡Buenas!, le respondió la mujer, con la cabeza baja. ¿Ha visto usted a alguien por aquí mientras yo no estaba?, mire maestra, alguien anduvo pero no puedo decirle más porque ya le han dejado bien claro al viejo que no hablemos con usted y que no demos detalles. Se puso su abrigo y salió andando hacia la casa de otros vecinos que vivían a unos seis kilómetros de allí, por suerte para ella poco había andado cuando un hombre venia a caballo por el camino a todo galope y al verla se detuvo, tome maestra, el capataz le manda este billete (esquela o carta reducida) gracias "mijo" y no pudo decir más porque el hombre salió de regreso como alma que lleva el diablo. El mensaje decía: mi hijo mañana no irá a la escuela, no prepare nada de comida, si tiene hambre vengase a mi casa a comer que es el cumpleaños de Carlitos”, nosotros después la llevamos de regreso a la ciudad. A buen entendedor pocas palabras bastan, Carlitos que era el hijo del capataz de una finca era su alumno y para entrar en la escuela hace falta llenar una ficha con todos los datos, y ella sabía que faltaban al menos tres meses para que el niño cumpliera años, y que además no comía en la escuela porque su padre le recogía cada día para comer con ellos. Regreso a la escuela recogió algunas cosas personales y también algunas muestras de los alimentos, anduvo hasta la casa y una vez allí lo comprendió todo, veneno de ratas maestra, gamezan y algún polvo "pa" matar garrapatas, a saber que han echado en la comida. Unos hombre vinieron ayer muchos eran, yo los vi pasar me pareció raro tanta gente extraña por esto lados, me fui por el rio en la barca, "pa" ver, de curioso no más, me dio mala espina, y vi pero sin ser visto, en la escuela estaban todos, miraban, hablaban, a algunos no les entendía pues hablaban como en gringo pero si les vi los paquetes que traían en las manos, muy parecidos a los que usamos aquí pa bañar las vacas sabe pa matarles las garrapatas , y me entro la duda ¿para que el veneno si la maestra no tiene vacas ni bichos ni nada. Llego a la ciudad con una tristeza inmensa, se despidió de esa familia que la había llevado de regreso y les dijo, como un pensamiento en voz alta, si son capaces de matar niños ¿de que no serán…?. Carlitos que lloraba porque sabía que no vería más a su maestra, pregunto ¿y ahora que hago maestra quien me va a enseñar? Pronto tendrás otros maestros en la escuela, pero también puedes aprender de tus padres ellos serán tu mejor ejemplo, no te olvides nunca que gracias a tu padre seguimos con vida y mientras la tengamos podemos seguir aprendiendo y enseñando que también es una forma de luchar por los demás. Ya el agua nos traía las primeras muestras de lo que estaba pasando en los países vecinos, iban apareciendo cuerpos, con base incluida, les ponían de pie en un cubo con cemento fresco y les dejaban ahí hasta que se endureciera la mezcla luego les subían a un avión y les lanzaban desde el aire al mar y las corrientes se encargaban de llevarlos lejos. Personas desaparecidas, niños secuestrados, estadios llenos de personas para ser investigadas, estudiantes muertos por balas perdidas, toques de queda… Y la noche llego, dormida con ayuda de un tranquilizante, luego de haber denunciado lo ocurrido y haber recibido como respuesta, te lo avisamos, había recogido en su casa a un chico que le dijo que no podía dormir esa noche en su casa porque le buscaban por hacer pintadas en un muro, quédate aquí le dijo ahí tienes una cama en la otra habitación, acuéstate y descansa, hasta que nos dejen. Y eso fue hasta las tres de la mañana, cuando la puerta comenzó a sonar con golpes tan fuertes que se despertó todo el vecindario ¿Quién es? pregunto, aunque ya lo sabía, abra la puerta o la tiramos, y abrió Orden de allanamiento, con un papel en la mano, que sería siempre el mismo porque nunca lo mostraban. ¿Que buscan? no tiene permiso para hablar. Tengo derecho estoy en mi casa, NO, no tiene nada ha perdido usted sus derechos al intentar revolucionar a la gente y participar en grupos subversivos y animarlos a la rebelión, Pero eso me suena a las películas del oeste cuando los soldados querían exterminar a la población indígena y algún cara pálida les explicaba a los indios que tenían derechos, No digas estupideces. No las digo Sera que has aprendido de los EEUU?. No hubo respuesta. ¿Vives sola? Con la niña. ¿Y a quien "tenes" ahí? Un amigo que discutió con su mujer y me pidió dormir en mi casa. ¿Y vos le das cobijo a cualquiera? A cualquiera que lo necesite, de pronto vos algún día… No me tutees, tendrás que aprender respeto a la autoridad. El muchacho que dormía en la habitación de al lado, fue despertado en el aire y puesto contra la pared, al igual que la cama y el colchón, con las piernas abiertas y luego de ser registrado rigurosamente, le pusieron las manos hacia atrás se las ataron con alambre (las esposas serian mucho lujo para un sedicioso) y le golpearon tanto dándole culatazos por todo el cuerpo y en la cabeza principalmente , le golpeaban entre todos, la sangre comenzó a caer por su cara, le habían partido la cabeza con uno de los tantos culatazos; la niña de pie en la puerta de la habitación miraba horrorizada todo lo que estaba pasando uno de ellos dijo, Señor la niña está mirando, ¿me la llevo de aquí?. No déjala, “déjala que mire, para que no se olvide”. Y vino la orden, al camión los dos, una capucha negra en la cabeza para que no vieran a donde les llevaban… Vamos maestra agárrese de mí para que no tropiece. ¿A quién llamas maestra? sediciosa, comunista, anarquista o lo que sea es esta traidora de la patria. No has acertado ni una le contesto ella, soy libre pensadora nomas. Y ya detrás de las rejas se dijo tendré mas tiempo para pensar en los humildes.
Marta Lucía Rosas Ituarte